Por Paola Jiménez Aparicio y Hugo Palacios Boticario
Se trata de un arbusto siempre verde de entre 1 a 5 m de altura, con un fuerte olor a resina, que crece en los matorrales secos y pedregosos de la Europa mediterránea, norte de África y Oriente Próximo. Resiste a las fuertes heladas y se desarrolla sobre todo tipo de suelos, pudiendo crecer bien en zonas calizas e incluso salinas, esto hace que sea más abundante junto al mar. Habita en bosques claros, zonas adehesadas, coscojales, encinares, garrigas, maquis, collados, gargantas, cañones y laderas rocosas de toda el área mediterránea.
Su tallo es leñoso, las hojas del lentisco son perennes, alternas y tienen un color verde intenso. Sus ramas son gruesas y resistentes. Las flores son pequeñas de color verde o amarillo y aparecen en racimos pequeños. Los frutos del lentisco son pequeños, redondos y de color rojo que maduran en otoño volviéndose finalmente negros. El lentisco tiene hojas perenne, es decir, mantiene sus hojas verdes todo el año.
SECRECIÓN
La secreción del lentisco es de tejidos secretores internos, concretamente de tejidos o tubos laticíferos. Produce un látex natural, a partir del cual se elabora y comercializa una goma aromática, llamada mastique, a la cual se le atribuyen una amplia variedad de propiedades beneficiosas para la salud bucodental y digestiva.
RELACIÓN
Las flores del lentisco son pequeñas y de color verde amarillento, con una disposición en panículas. Florece en primavera y principios de verano, atrayendo polinizadores como abejas. Al ser en primavera y verano, es de día largo.
REPRODUCCIÓN
El lentisco no tiene reproducción asexual pero si tiene reproducción sexual.
Es dioica, es decir, tiene ejemplares masculinos y femeninos separados.
La fecundación del lentisco se produce a través de la polinización anemófila, es decir, por el viento. Su semilla es pequeña, plana y redonda, con una capa lisa y de color a marrón.
Sus frutos y semillas se forman a través de la fecundación de las flores femeninas por el polen de las flores masculinas.
Formación de la semilla:
El polen de la flor masculina es transferido a la flor femenina por el viento. El polen se fusiona con el óvulo en el ovario de la flor, dando lugar a la fertilización. El ovario de la flor se transforma en un fruto, que se desarrolla en otoño y cambia de color durante su maduración. Dentro del fruto, los óvulos fertilizados se desarrollan en semillas y por último los frutos maduran y las semillas se liberan al suelo, a menudo a través de la caída del fruto o por la dispersión animal.
ADAPTACIONES
Resistencia a la sequía:
Las hojas del lentisco tienen una capa incolora que reduce la pérdida de agua por transpiración, y sus raíces buscan humedad incluso en suelos secos y pedregosos.Resistencia a altas temperaturas y suelos pobres:
El lentisco tolera temperaturas elevadas y puede prosperar incluso en suelos pobres.Adaptación al viento:
Sus ramas flexibles y su forma compacta le permiten soportar los fuertes vientos costeros, comunes en su hábitat.Resistencia al fuego:
El lentisco puede sobrevivir a incendios forestales, ya que su raíz subterránea suele resistir el fuego, incluso si las hojas son quemadas.Protección contra insectos:

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